Semanas como esta le hacen a una identificarse con esos esforzados caballistas que participan en carreras en las que, además, han de ir recogiendo conos del suelo o ensartando argollas encintadas que les obligan a contorsiones precarias a galope tendido. Estos acelerados equilibrios con las horas han sido, a la vez, agotadores y gratificantes porque se han visto llenos de reencuentros y propuestas. No os extrañe que quiera definir el resultado de la semana con un simple oxímoron: sí, me levanto hoy sábado con la sensación de que estos días me han supuesto un maravilloso cansancio reparador.
Van Gogh
2 comentarios:
Admirable, Inmaculada.
Espero que el descanso del fin de semana no te estropeara la buena sensación.
Jajajaja. No, no me estropeó nada el fin de semana.
Muchísimas gracias.
Publicar un comentario