El hongo de Hiroshima.
El ENLAC, con sus 16.000 lámparas de vacío.
La fulgurante Guerra de los Seis Días.
El Voyager planeando sobre Júpiter.
La caída del muro de Berlín.
Y gira y gira el tiempo
como una campana enloquecida:
años, años, años
hacia atrás.
Y se detiene
en España. Castilla. Era del Señor
de 1376:
"Doy fee de los averes de la defuncta
Antonia Huete:
una sillica,
un crucifixo,
una tinaxa de agua".
Dejo aquí constancia de este poema de Vicente Sabido que me ha emocionado tanto, con su enumeración de sucesos relevantes y el contraste con la pequeña realidad personal, que es igualmente trascendental pero que atañe a la intimidad y sólo a Antonia Huete (y ahí el título, imprescindible para asegurarnos la correcta lectura del poema); y me parece que la concreción de la pobreza y de la persona (Antonia Huete) me toca más significativa delicadamente que los hechos atroces o magníficos de la primera estrofa, tan tremendos que neutralizan los matices del sentir. Y creo que el Voyager y la caída del muro de Berlín son asunto de la épica, pero que la poesía, la poesía auténtica, está en la intimidad pobre de Antonia Huete.
Jorge Gallego García
1 comentario:
Es importante no olvidar eso, Inmaculada: nos puede parecer que Lo Importante es eso que pasa fuera, lejos, pero al final lo único que cuenta es nuestra pequeña rutina diaria.
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