Me llega el último libro de Enrique Baltanás: Las propiedades del aire. Fue el vigesimonoveno premio Unicaja y lo acaba de editar Pre-textos. Lo voy paladeando a salto de mata, que es lo que la vida me permite estos días -la vida y las condiciones de este género literario que se presta a los sorbos pequeñitos-. A última hora de clase, después de pasar lista en un segundo de bachillerato al que acompaño en su estudio mientras sus compañeros asisten a Religión, me he permitido el lujo de seguir hojeándolo brevemente. No me he podido resistir y los he despertado de la concentración en sus tareas de clase: "Oíd esto un minuto, luego seguís estudiando:
PRIVILEGIO Y CONDENA
Privilegio y condena
es esta condición de ser tú mismo.
Esta piel, estos huesos
y este gesto, esta voz, esta costumbre
son la alambrada que tu vida encierra,
el muro levantado de una cárcel
que únicamente a este recluso guarda.
Huir de esta prisión es imposible.
Acepta tu condena.
Y haz honor a tan alto privilegio."
Murmullos de aprobación y C. que no contiene su admiración: "¿Cómo puede escribir alguien así?"
Sonrío satisfecha y los miro a la cara a todos antes de responder: "Tenéis que leer más poesía contemporánea".
Excelente, magnífico poema, dentro de un libro todo él más que recomendable.
Alfred Seifert
2 comentarios:
Precioso el poema y precioso el cuadro. Yo también digo ¡ cómo se puede esctibir así! Ana
Gracias por la recomendación. Precioso el poema
Publicar un comentario