sábado, 4 de marzo de 2017

Pósit (inédito)



Te dedico la noche:
el enjambre de miedos y deseos
que entremezclan los sueños;
y la mañana ardua
de luz intransigente;
y también los ocasos,
terribles y opalinos como estanques,
por los que procesionan
mis no pocos fantasmas 
arrastrando
el poso de los días.
Te dedico las tardes,
pastosas en su calma
–y aquellas de las prisas y los coches–.
Y sobre todo, amor, y a todas horas,
te dedico
las palabras insulsas,
arenilla que riega el desayuno
y los trayectos cortos por la calle,
esos frágiles pósits
que pretenden
adherirse a tus días.

Jacqueline Osborn