lunes, 23 de junio de 2014

Enhorabuena a todos los que se han esforzado

Me propongo poner fin a este parón en el blog. No ha sido una parada voluntaria, el fin de curso cada vez es más absorbente en los Institutos de Secundaria.  Como mi discursito de fin de curso  hablaba de libros y de gentes, me reincorporo a esta ventana con un amplio fragmento del mismo:
  (...)  No debéis creer a aquellos que os dicen que el destino nos viene dado, que el camino lo tenemos trazado de antemano: NO ES VERDAD: “Se hace camino al andar”, que dijo D. Antonio (Machado, naturalmente). Esa es la verdad. Cada uno cuenta con condiciones, pero todos y cada uno de vosotros ha de decidir cómo aprovechar y disfrutar las buenas y cómo superar las contrarias.   No os olvidéis de que Don Quijote vivió sus mejores aventuras cuando torció el camino que le escribió el falso autor, Avellaneda.
Hace pocos días, a raíz de un poema de Cernuda, en una de vuestras clases de 4º, surgió la mención de Ulises. También en PCPI hace unos meses hablamos de Ulises y sé que con la profesora de Cultura clásica habéis sabido igualmente de él: el gran luchador que se pone en camino, después de una atroz y devastadora guerra, hacia su nueva meta (esa meta se llamaba Ítaca). Pues bien, ahí está la clave: buscad cada uno vuestras propias metas, vuestras personales Ítacas, y no temáis equivocaros al elegirlas si lo habéis hecho con rectitud de conciencia: seguid recordando que “Se hace camino al andar”. Ítaca será aquello en lo que seáis capaces de poner toda vuestra pasión, vuestra capacidad de lucha, vuestra esperanza más luminosa. Pero eso no es suficiente. Otro poeta (Kavafis) escribió que las Ítacas, las metas a las que arribar, son imprescindibles porque nos hacen iniciar la travesía, pero que lo que en realidad importa es ésta, la travesía, el camino. Disfrutadlo: estudiad y trabajad con pasión: amad lo que hagáis y compartidlo. Poned toda la pasión de la que sois capaces en aprovechar al máximo y disfrutar de vuestras mejores condiciones. En la medida en que pongáis decisión y pasión en vuestros pasos estaréis haciendo más rica vuestra vida (“Se hace camino al andar”). Invitad a ella, a vuestra vida, al amor y a la solidaridad; hacedle un cerco al egoísmo, es el peor compañero de viaje porque es la semilla de la infelicidad. No os amedrentéis ante el esfuerzo: sólo el esfuerzo nos hace fuertes.  Ah, y un consejo más: leed buena literatura; de los hombres sabios y de los buenos libros aprendí todo lo que acabo de  deciros.

domingo, 22 de junio de 2014

Cordando

  Cuando las fotos empiecen a parecerme antiguas (aún no me lo parecen, su belleza sigue siendo actualísima y cercanísima, pero cuando empiecen...)  será un dolor añadido y un dolor restado. 
 Me da miedo que eso ocurra.

lunes, 9 de junio de 2014

Una senda en la penumbra

   De muy jovencita me leí las Obras Completas de Yasunari Kawabata. Cuánto me atraía ese mundo cargado de sensaciones, exotismo y calma. Kawabata fue mi puerta a la sensibilidad oriental y a la literatura japonesa. Cuando M. Ángeles Robles abrió su blog El Japón de los Libros, vi en esas entradas una ventana a la que asomarme a aquellas impresiones de mi adolescencia. 
  Ahora La Isla de Siltolá ha publicado Una senda en la penumbra, en la que las sugerencias orientales de Mª Ángeles Robles se han reunido en un librito delicioso. Allí no es difícil leer lo que yo echaba en falta desde aquella adolescencia ya casi perdida y fraccionada en elespejo roto de la memoria. Pero es que incluso lo que yo querría decir ahora está entre sus páginas.

    Y estas anotaciones qué son. ¿Un poco de verdad? ¿Un poco de vida? En todo caso, la literatura de otros que hablan por mí. Y yo los dejo.  (Pág. 95)

martes, 3 de junio de 2014

Non basta ricordare

   No, no tiene esta entrada nada que ver con los momentos históricos que vivimos; "non basta ricordare" es lo que pone la pared de la primera planta del Museo MAXXI de Roma estos últimos meses. Se trata de una muestra que tiene como objeto cuestionar las consecuencias sociales de las políticas contemporáneas. Nos pareció interesante, pero a mí siempre me queda la misma preocupación ante las protestas que no conllevan claras soluciones concretas: siempre me dejan con la duda de que no haya una propuesta para después del derribo o, lo que es mucho peor, que sí la haya, pero que esté cuidadosamente oculta.
  Lo cierto es que el título de la muestra y, aún más, de la forma icónica que adoptaba este título en la pared, me sugirió un asunto más intimista: que todo recuerdo es siempre parcial, que la memoria siempre "tacha" y destruye una parte de la realidad pasada relegándola al limbo del olvido; que cualquier evocación, en suma, no es más que una versión fraudulenta del pasado. 

                               

Ya se ve que cada uno tiene sus obsesiones personales: cada loco con su tema, que dice la voz popular. Lean si no aquí, más abajo, el poema con el que se abría la primera parte de mi primer libro, y vean cómo ya entonces este asunto de la memoria me interesaba.
  Conste que eso no significa que el presente y el futuro de esta sociedad nuestra no me preocupen ¿eh? que me preocupan, me preocupan.

CONTRA EL RECUERDO

Amanuense es el tiempo pues perfila
otra copia de ti que, en la memoria,
es traducción incierta
de un compendio más largo e inconsecuente;
y no eres tú,
pero te representa.

                                                                              (De Son los ríos, Renacimiento, 1998)




domingo, 1 de junio de 2014

Pinturicchio

  En Santa María del Popolo hay dos Caravaggio muy frecuentados y admirados. Y,desde luego que sí, cierta admiración sí que me provoca la grandeza, el detallismo y -muy especialmente- la forzada perspectiva de las dos escenas de la vida de San Pedro, tan barrocas ya en su planteamiento. Sin embargo, yo me quedaría sentada un par de horas en la capilla de los frescos de Pinturicchio, mucho menos visitada. Hay una inocencia conmovedora en el conjunto, mejor aún, hay una generosidad grande en una pintura que parece pretender ser un canto delicado a una grandeza que está fuera del cuadro mismo: el autor cede el centro de atención de su trabajo al asunto. Quiero decir que en "La adoración de los pastores", por ejemplo, adivino un asombro exquisito al suceso pintado: el Niño desnudo y en el suelo, en un gesto que parece reclamar ayuda, y en torno a él las personas, la naturaleza, la ciudad, que no se muestran más que en cierto asombro sereno ante el hecho. El pintor renuncia a hacerse admirar por su técnica, la admiración se traslada al hecho pintado, una escena de apariencia insignificante: un niño recién nacido, unos adultos serenamente embobados en él, una mañana luminosa.