lunes, 30 de abril de 2012

Sobre La constancia del agua

   Qué fuerza hay en la poesía de Jorge de Arco, en su riquísimo léxico -escogido a veces como pepitas de oro en el tamiz de la lengua- y en sus imágenes -que se suceden casi en alud con frecuencia-:


        Fluyera
        por siempre
        como
        alfaguara del alma,
        celeste borbotón,
          y fuera así la vida
             caudal sagrado de sus dones. 

   A veces, el yo del poema se subleva contra la propia condición y, como si  su única arma fuera la lengua, la blande con pleno conocimiento de sus eficacias. A ver si lo sé demostrar con este otro ejemplo: 

        Agua es el hombre,
                                     alma
        que crece y que se extingue
        como una lumbre rútila,
        pero que fluye y duele
        y en lo hondo parpadea
        secreta y diluviante.
        Único, le dividen;
       (...)
        habiéndo sido fuego, lluvia, hombre
        almado, amado, sombra
        fugacísima
        en un río, una hoguera, un relámpago ciego. 

  ¿Verdad?, qué fuerza. Es la poesía de quien no se resigna, de quien se revuelve y estalla con palabras embravecidas, como lo hicieron Miguel Hernández o Blas de Otero, pero con otro criterio en la selección del vocabulario (de Arco es más cultista) y de la forma, como quien incendia con palabras aunque la imagen central de todo el libro sea el agua...

"Burning" de Turner



domingo, 29 de abril de 2012

La ventana de enfrente

    Mi mesa de trabajo está bajo un ventanal que da a los jardines interiores del edificio donde vivo. La luz de poniente suele entrar algo oblicua por mi derecha, es una luz que me relaja mucho; tal vez porque a esa hora no me quedan obligaciones del día por cumplir y las que hayan quedado sin hacer esperarán al día siguiente.  Normalmente suelo mantener las persianas levantadas durante las horas de sol, pero cuando la oscuridad me impone que encienda la lámpara que tengo sobre la mesa, mi reacción ha sido siempre la de bajar las persianas hasta la base de la ventana, lo cual permite  -estarán de acuerdo-  no convertir mi mesa en un escaparate incómodo. He escrito “ha sido”, sí.  De un tiempo a esta parte estoy dejando palmo y medio libre en la ventana, a veces un poquito menos; lo suficiente, claro, para permitirme ver la ventana de la planta baja del edificio de enfrente.  No es lo que están pensando. La distancia es grande y no soy ninguna voyeur, no me impulsa la más mínima curiosidad por la vida o las actividades de mis vecinos; soy demasiado egocéntrica. Más bien es todo lo contrario: lo que me atrae es la discreción confortable e impune de no distinguir. He descubierto que hay alguien, a quien no veo bien, a quien sólo intuyo, y que ha empezado a trabajar por las tardes con la luz encendida –la luz de poniente entrando por su izquierda-  y sin poner ninguna clase de velo a su presencia. No sé si estudia, si escribe, si hace collages, si diseña planos. El caso es que esos dos palmos me permiten un contacto visual realmente exiguo pero reconfortante. Es curioso que que me resulte agradable esta compañía sin concreción física, compañía distante, incierta, que no interfiere ni mi espacio ni mi silencio. Alguien allí, yo aquí. Dos personas que no se conocerán nunca unidas por el trabajo solitario, dos cómplices inocentes, dos islas. La compañía posible en estado puro.
  Hace ya casi una hora que mi acompañante ha apagado la luz.  Ahora me he quedado realmente sola.

                         "El geógrafo", Jan Vermeer

viernes, 27 de abril de 2012

Alrededor del 23 de abril

   Alrededor del 23 de abril se multiplican los escasos actos literario-sociales en los que tomo parte. El resultado siempre es grato, aunque agotador. La visita a un precioso pueblo de la sierra de Cádiz, las impresionantes montañas, el lujo del verdor y de la luz, el reencuentro con sus habitantes lectores (casi todos lectoras) que vuelven a decirte que sí, que sí, que tú les estás interpretando sus propias experiencias, sus dolores, sus nostalgias, su nosequé...  Los chavales de primero de ESO, unos días antes y en otra ciudad, que se sorprenden de que la poesía sea algo más cercano y más personal de lo que ellos creyeron ver en los ejemplos de los libros de texto. El reencuentro con amigos, el intercambio de libros...
   El placer de la jornada del día 20, además, me deparó un regalo delicioso para la inteligencia y para la sensibilidad: Enrique García-Máiquez me llevó su El pábilo vacilante que me tiene engolosinada. Este género -el blog literario- cuando está bien hecho, es como el haiku del artículo de opinión, con su concisión que estalla dejando una silenciosa y doméstica onda expansiva. 

"Lectura del Quijote", Museo Garnelo


domingo, 22 de abril de 2012

Recordar

   Ayer volvió a ser día 21.  En la parroquia, no sé por qué, estrenan en misa un órgano de estos pequeñitos (¿otra coincidencia?) y el resultado fue poco menos que modesto. Si la existencia Allí guarda algún tipo de parecido con ésta, Cristina le habrá replicado con comprensión sincera a algún enteradillo exigente: "Es que tiene mucho mérito atreverse a estrenar un teclado que no se ha pulsado antes", o algún tipo de disculpa parecida.



"Vivaldi", técnica mixta de Álex Alemany




miércoles, 18 de abril de 2012

Presentación de libro



    Pues hoy os comunico la presentación pasado mañana y en mi ciudad (en mi Puerto de Sta. María) del último libro que he editado, el que aparece en el margen izquierdo de esta página arribita. Estos actos suelen provocarme cierto sentimiento ambiguo entre la intranquilidad de poder defraudar -por alguna razón que siempre se me escape- y el agradecimiento a todos los que con su presencia (o sus amables disculpas) me dicen sin palabras que están conmigo, y que quieren (o querrían)darme la alegría de compartir algo muy mío. 

Enrique Moresco García
Alcalde de El Puerto de Santa María
Con motivo de la Celebración del Día del Libro
tiene el placer de invitarle a la presentación del libro

Donde la hoguera verde, de Inmaculada Moreno. Editorial Hiperión
Premio Internacional de Poesia “Antonio Machado en Baeza” 2011
Presenta: Juan V. Fernández de la Gala
                                              
Hora: 20:30 h.
Viernes 20 de abril, 2012
Fundación Rafael Alberti
C/ Santo Domingo, 25









lunes, 16 de abril de 2012

¿Un día nuevo?

  Amanecer un día nuevo. 
  Ah, pero ¿existen los días nuevos?, ¿días a estrenar como zapatos sin mácula y sin roces?, ¿días que parten de cero? ¿Es que acaso es posible reiniciar la vida haciendo clic en "amanecer"; borrar, con el botón del sueño, la última partida y restaurar la vida justo al día antes del dolor?


                    Antonio López, naturalmente

viernes, 13 de abril de 2012

Tesoro y cárcel

  Las palabras son pequeñas joyas (como piedras valiosísimas que se les iban cayendo a los conquistadores españoles las vio Neruda en su conocida autobiografía); son joyas y, por ello, constituyen a la vez nuestro precioso tesoro y la más estricta cárcel. Si las palabras de Neruda representan muy bien la cara de la moneda; en La Montaña mágica, Thomas Mann dice muy bien esa cárcel:
   "Una palabra significa, si no una crítica, una definición, es decir, una clasificación en el orden de lo conocido y habitual, mientras que Hans Castorp estaba inconscientemente convencido de que un tesoro interior como aquel debía ser resguardado para siempre al abrigo de la definición y de la clasificación"

viernes, 6 de abril de 2012

Jueves Santo

       Ayer fue Jueves Santo, mi cumpleaños lunar. Sí, nací un Jueves Santo.
       En los oficios sobrecoge la procesión para poner a Cristo en el Monumento, pero sobrecoge aún más mirar el Sagrario del altar y saberlo vacío, va-cí-o; y sentirse una como untada por dentro y por fuera por esta especie de orfandad profunda, radical, orfandad absoluta, que te cala desde dentro en un instante y dura un buen rato. 
     Fue otro el motivo que le llevó a ello, pero este desconsuelo matriz fue el que debió sentir Unamuno cuando se despertó llorando, según la conocida anécdota ¡Y qué bien lo entendió Concha cuando lo consoló susurrándole "hijo mío"!