viernes, 30 de noviembre de 2012

Mala memoria

   Es una cuestión visual. Los inseguros nos sentimos más cómodos donde no se nos ve mucho -al menos ese es mi caso-. Por eso, cuando creo que puedo ser objeto de miradas, me refugio en el rincón más cercano y yo misma no miro a nada ni a nadie para no constatar el horror de ser vista. Es a este particular instinto de avestruz al que atribuyo mi desesperante mala memoria para los lugares y las caras. Pero, es curioso, ser escuchada sí que me gusta.


Frederik Leighton


martes, 27 de noviembre de 2012

El eufemismo como política

   Las semanas previas a las elecciones en Cataluña han sido la corroboración de la banalidad argumentativa de nuestros políticos (iba a escribir "de los políticos nacionales" y me he tenido que corregir sobre la marcha, claro) o, al menos, de muchos de nuestros políticos.
   Cada grupo ha sacado a ventilar en estos días sus esperables naderías desde los atriles correspondientes, con frases cortas y voces altas.  A mí me duelen especialmente las que tienen como recurso las veleidades lingüísticas, esa argucia simplona que ha vuelto a esgrimir el principal partido de la oposición y su sucursal siperonó, el PSC, para encubrir la nada mediante un último engendro: la ocurrencia del federalismo -término a estas alturas autonómicas y en el actual estado de la cuestión profundamente insustancial y antihistórico-; total, un nuevo monumento a la nada: ni soberanismo (para evitar evidenciar la esquizofrenia con "el partido"), ni españolismo (que, según ellos, es cosa de derechones y carcas). No debería cogerme por sorpresa esta falacia léxica viniendo de quienes intentaron suplir la falta de una política que garantizara la igualdad de derechos de ambos sexos con patadas a la Gramática española y a su diccionario. Siempre he dicho que si yo fuera licenciada en Medicina no pensaría en gastar energías en hacerme llamar "médica" mientras los poetas varones no reclamaran el término "poetos", o los analistas "analistos"; más que nada porque nuestra sabia Gramática distingue un género "común" que no me parece que denigre a nadie. Pongo otro ejemplo: si los alemanes, que tienen una mujer "canciller", que ya sabemos todos que manda muchísimo, no han visto ninguna incompatibilidad entre los derechos de sus mujeres y una gramática como la suya que otorga el género masculino a la palabra que traducimos por "muchacho" (der Knabe) en tanto que atribuye género neutro a la que traducimos por "muchacha" (das Mädchen) ¿por qué me voy a empeñar en que cuando hablen de los profesores tengan que añadir la apostilla "y profesoras" para que yo me sienta aludida, por ejemplo?
   Pero me estoy saliendo del tema y no era de género y sexismo de lo que yo venía a hablar hoy aquí. Yo sólo quería reírme un poco con vosotros de ciertos recursos lingüísticos facilones como capa que tapa la indefinición o la ineptitud para aportar soluciones a los problemas reales.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cordando

   ¿Por qué me empeño en crear segmentos en esto que es permanente y continuo? Vuelve a ser día 21:  veintidós segmentos ya, pero yo sigo cordando sin escalones, sin fisuras. ¿Por qué? Mi cordar no tiene divisiones, y, sin embargo,mi homenaje sí que tiene fechas.






lunes, 19 de noviembre de 2012

Se acabó la cumbre

   Se acabó la Cumbre Iberoamericana en Cádiz ¿Habrá servido para algo? Ante las imágenes que nos ha dejado la prensa y la televisión no puedo evitar recordar las palabras de Borges y sonreír calladamente:
"Un embajador o un ministro es una suerte de lisiado que es preciso trasladar en largos y ruidosos vehículos, cercados de ciclistas y granaderos"

Rafael Segura


  Pero hoy, en Cádiz, he tenido yo mi cumbre personal; la que ha supuesto para mí dos ratos estupendos con dos amigas: con Manoli coincidí por casualidad en el chequeo médico y, entre prueba y prueba, desenmarañamos esa especie de madeja enredada en que se suelen convertir las impresiones cuando no se cuentan; con Charo había quedado para comer y, con esa excusa cotidiana, hemos hablado de nosotras y de los que queremos. Qué joya impagable es la amistad, qué consuelo para el ánimo, qué descanso para las incomprensiones.
  Para colmo, al entrar en El Puerto, miro el termómetro de la calle: 23 grados y brilla el sol como una caléndula encendida. 
   


jueves, 15 de noviembre de 2012

Día a día

Me ha sentado bien, para la lasitud y el ánimo bajo de estos días, leer los siguientes versos de Erich Fried.
(Respeto la ausencia de puntuación del original)


Despedida

Las cosas buenas
vuelan ahora
de allí
de donde no siempre
todas desaparecen en el pasado
sino que
salen y se ocultan
día a día
como el sol



Abschied

Das Gute
fliegt jetzt davon
dorthin
wo alles
nicht immer
in die vergangenheit fällt
sondern täglich
auf-
und untergeht
wie die Sonne 

Van Gogh: "Campo de cereal con segador"

lunes, 12 de noviembre de 2012

Dos de la Bahía

   Me han llegado a las manos estos días dos libros de muy distinta naturaleza pero cuyo objeto temático es, en ambos casos, este rinconcito luminoso al que pertenezco (uf, me ha salido cierto retintín chauvinista con dejos de comparsa carnavalesca, no me lo tengan en cuenta, por favor, ¡qué grima!):

   El viernes acudí a la presentación del que es autora María González Forte y que me ha llevado a reencontrarme este fin de semana  -y qué bien me ha guiado su autora-  con esa niña que yo creía desaparecida para siempre, la que vestía cinco días a la semana uniforme, con zapatos "Gorila" a juego; la que todas las mañanas madrugaba en la fila azul y ocre hasta besar el escapulario del hábito de la hermana Juana (o de la hermana Petra...), veía por algunas aceras mujeres tejiendo mallas para las botellas de coñac ancladas en el respaldo de unas sillas de asientos de anea y aprendió a parcelar el tiempo por el bramido mecánico de "el vapor" que salía o que llegaba de Cádiz... Todo eso  me esperaba entre las páginas de Viento de agua ¡Hay que ver, a estas alturas ,nostálgica yo de mí misma! Me estoy haciendo mayor.

   Y hoy me llega por correo el discurso que la profesora Ana Sofía Pérez-Bustamante ha leído en su ingreso a la Real Academia Hispanoamericana de Cádiz y que, tras el rubendariano título de El reino que estaba para mí, subtitula "Cádiz en la poesía hispánica del siglo XX (y XXI)". El libro mezcla erudición, anécdotas y poesía, de manera que lo considero modélico para este género -¿la oratoria científico-literaria?- Así que me estoy dando en mi querida bahía unos baños de pasado y literatura como no los había disfrutado nunca. Apenas he tenido tiempo de avanzar por estas páginas, pero, ya en la decimoséptima (y después de sentirme agradecida por ver que me cita a pie de página poco antes), leo, con el regocijo de quien encuentra cómplice para una rareza personal, esta cita de Juan Ramón Jiménez que reza:
     "Andalucía fue y sigue siendo odiosa, cantada por los turistas, como la mansión de la jitanería esterior. Tan panderetera es la Andalucía de Théophile Gautier como la de Salvador Rueda o la de Federico García Lorca, aunque con distinta calidad y conocimiento."
  Después de leer esto me he quedado bastante consolada de mis inquietudes por mis gustos literarios y he venido a contarlo. 


El río Guadalete a su paso por El Puerto, pintado por Fátima Merello 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Linfocitos?

   En estos días algunos profesores vamos acudiendo poco a poco al reconocimiento médico que la "empresa" -La Junta de Andalucía- ofrece a sus empleados. A causa de tal novedad, en la sala de profesores empiezo a oír hablar de análisis de sangre, tensión arterial y, con ellos, de todo un séquito de vocablos oscuros que me han hecho comprender que siempre he tendido a la imaginación zoomórfica, cuando no a la pura prosopopeya. ¿Por qué si no me represento los triglicéridos como una especie de gusanos-saltimbanquis absolutamente incansables? ¿Por qué, al escuchar mencionar la palabra "linfocitos", me viene la imagen mental de una serie de pequeños gnomos gordezuelos, imberbes y belicosos? ¿Y a cuento de qué ante la "Urea" no puedo evitar recrear una matrona opulenta que, muy probablemente, habite en un Olimpo de segunda clase? No me lo sé explicar !Qué cosas!

El Dr. Simarro, por Sorolla

sábado, 3 de noviembre de 2012

Chocante, ordinaria e innoble

      De la cultura anglosajona admiro muchas cosas: su pasión por la naturaleza, su respeto por el espacio vital ajeno, su ausencia de culto al ruido, su desinhibición para hablar en público con naturalidad... Por el contrario, hay tres cosas que me fastidian de esta cultura (que me perdonen mis amigos ingleses): la primera es su ineptitud para la gastronomía, la segunda es su visión extremadamente mercantil de las cosas y la tercera es su obsesión por disfrazar el sufrimiento y la muerte.
   Digo esto para dejar claro que si Halloween me produce rechazo no es porque sea una fiesta extranjerizante (ojalá los pueblos mediterráneos imitáramos cualquiera de los hábitos que he enumerado al principio) sino porque Halloween convierte la muerte y su trascendencia en una ficción de cartompiedra y calabaza, chocante, ordinaria e innoble.


Foto tratada digitalmente. Artista: Russell Okon (Noko)