jueves, 28 de febrero de 2013

Día de Andalucía

   Como ocurre con esas líneas de autobús que ya no toma casi nadie, pero que se mantienen porque enlazan algún lugar remoto de escasa visita (una residencia de ancianos, por ejemplo), así se me presenta la celebración del Día de Andalucía, algo que nuestros políticos autonómicos ponen mucho interés en mantener, los pobres, porque en ello les va un bien social (sus cargos).


Antonio López: Calle Sta. Rita

lunes, 25 de febrero de 2013

Lista

   Me había dicho una amiga que escribir una lista con las cosas que hay que hacer ayuda mucho a vivir sin estrés. 
 -No, pero si yo hago esas listas, sobre todo para no olvidarme de las cosas.
 -Pues entonces, sólo tienes que ir dándole prioridad a lo que has anotado e ir poco a poco haciendo cada una...
 -Ya.
   Pues eso. Me planteé que tal vez yo no hacía listas claras y ordenadas, que tal vez no sabía priorizar, que era posible que acabara garabateando tareas pero luego no las leía, que en realidad no lo apuntaba todo y por eso no servían, que...  Total: llevo una semana haciendo la dichosa listita con aplicación primorosa (bueno, primorosa, primorosa, no tanto) y no sé si es cosa de que me acaba faltando espacio y no me queda nuuuuunca un repertorio legible y ordenado, o, tal vez sea que me pongo a numerar las prioridades y por la tarde cambio toda la numeración, o que cuando tengo un rato para actuar no sé dónde narices he puesto el papel de las idem (bueno, earumdem jeje). El caso es que desde  hace una semana estoy más de los nervios que nunca. Por cada cosa que tacho escribo tres más y ahora me ha dado por iluminar en amarillo los asuntos más urgentes, pero, cuando miro esos rayones fosforito, es como si viese parpadear la luz de una emergencia, de la policía que viene a por mí, de la amenaza amarilla, amarilla chillona, amarilla ultimátum, amarilla hecatombe.

Kandinsky

viernes, 22 de febrero de 2013

Medicina o arma

   Veía hace dos días con mis alumnos de 1º de bachillerato el parlamento de Celestina ante (¿debería decir mejor "contra"?) Melibea ¡Qué bien conoce la vieja el poder de la palabra! ¡cómo maneja su estrategia precisa!: aquí avanza un caballo (la falsa modestia), allí desliza una torre (la adulación) y, después, adelantando varios peones (los ejemplos interesados), va comiendo terreno para lanzarse a atacar con lo que ella considera ya un jaque -aunque no será el definitivo- cruzando los dos alfiles: la hipocresía religiosa y la mentira. Sí, la palabra es un arma verdaderamente peligrosa.
  Por otro lado, Pedro Laín Entralgo, en su libro La curación por la palabra en la antigüedad clásica demostró que, siete siglos antes de Cristo, había médicos que sabían usar la palabra con valor terapéutico. Laín Entralgo rastrea en Homero, en Platón, en Aristóteles y, por supuesto, en la medicina hipocrática, esa potencia benefactora de la palabra.
  Nosotros no deberíamos olvidarlo. Sin tener que recurrir a casos tan extremos, la palabra no resulta nunca inocua: hiere o sana con contundencia inigualable, crea mundos y los destruye, levanta muros y alza puentes, amarra o libera, acaricia o golpea, ilumina o aturde, levanta o humilla, enferma o salva.

Xilografía de Hans Sebald Beham

lunes, 18 de febrero de 2013

La purificación según Heine

   Lo compré hace bastantes años en un tenderete de libros viejos de no sé qué ciudad extranjera, no lo recuerdo, pero sí recuerdo que estaba mezclado con noveluchas intrascendentes en papel ínfimo y que me pareció escandaloso que su precio fuese el mismo que el de toda aquella quincalla editorial. Hablo de una preciosa edición de 1.200 ejemplares numerados (el mío es el número 24), en tinta sepia y con filigrana verde muy bella en muchas páginas, aunque la del frontispicio es delicadísima. La cubierta, piel verde con letras y filigrana en oro. Se trata de un libro pequeñito con lo que creo que son dos aguadas de Elena Felici reproducidas en el interior: mi preciosa, bella edición bilingüe alemán-italiano de Il mare del nord de Heine (Angello Signorelli editore, Roma, 1966). Sé también, porque recuerdo mi extrañeza, que esa ciudad extranjera en la que lo encontré no era italiana.
  De este bello libro extraigo hoy un poema que he buscado a conciencia por aquello de haberse iniciado ya la cuaresma y porque sé que en su momento me extrañó esta visión tan alegremente triunfante de "la purificación" al principio del siglo XIX; y, además, porque el poema en sí merece sobradamente este recordatorio por mi parte:


         REINIGUNG

   Bleib du in deiner Meerestiefe,
   Wahnsinniger Traum,
   Der du einst so manche Nacht
   Mein Herz mit falschem Glück gequält hast
   Und jetzt als Seegespenst
   Sogar am hellen Tage mich bedrohest -


   Bleib du dort unten in Ewigkeit,
   Und ich werfe noch zu dir hinab
   All meine Schmerzen und Sünden
   Und die Schnellenkappe der Torheit,
   Die so lange mein Haupt umklingelt,
   Und die kalte gleissende Schlangenhaut
   Der Heuchelei,
   Die mir so lang die Seele umwunden,
   Die kranke Seele,
   Die gottverleugnende, engelverleugnende,
   Unselige Seele -
   Hoiho! Hoiho! Da kommt der Wind!
   Die Segel auf! Sie flattern und schwell´n!
   Über der stillverderbliche Fläche
   Eilet das Schiff.
   Und es jauchzt die befreite Seele.

                   (Heine)

           ************

              PURIFICACIÓN

   Quédate en tu abismo marino,
   sueño demente
   que atormentabas ciertas noches
   mi corazón con falsos goces   
   y ahora,como fantasma del mar,
   hasta en el claro día me amenazas.
   
   Quédate allá abajo para siempre;
   ya te lanzo también
   todos mis dolores y pecados
   y el gorro de la estupidez
   que hacía resonar mi cabeza,
   y la fría, relumbrante piel de serpiente
   de la hipocresía
   que me ha retorcido el alma,
   el alma enferma,
   el alma desdichada
   que renegó de Dios, renegó de los ángeles.
   ¡Eh! ¡eh! ¡Viene el viento!
   ¡Velas arriba! ¡Que flameen y que ondeen!
   Sobre la superficie corrupta
   vuela el barco
   y se alboroza el alma liberada.

        (la traducción es mía)


Hopper


      

sábado, 16 de febrero de 2013

Gris

   Que esta mañana se deslice del sol luminoso al gris y que el casi oculto sonido del aire haya pasado del bullicio asordinado propio de la primavera a este seco y distante trasegar de la brisa en invierno, como de cuchillo que rebana pan, destempla el cuerpo y predispone al desánimo. A ver cómo solucionamos el día.

Mondrian

miércoles, 13 de febrero de 2013

La opinión

   La opinión es el gran género de la retórica, el ejercicio alto de la argumentación; lástima que con demasiada facilidad la veamos convertida en un pariente menor disfrazado de otro género: el de la ciencia ficción. Ay, cómo nos gusta la elucubración caprichosa.

Dalí

viernes, 8 de febrero de 2013

Cierto batiburrillo a partir de Rilke

  Hay autores a los que una vuelve siempre: Borges, Proust, Rilke... procuro tenerlos siempre al alcance de la mano. Ayer, releyendo Los papeles de Malte Laurids Brigge, Rilke se cruza primero con Borges y después con Proust y entonces me explico muchas cosas sobre mis propias preferencias lectoras, y sobre por qué lee una y sobre por qué lee una lo que lee. Los dos párrafos los tenía yo ya subrayados, supongo que desde la primera vez que leí el libro, pero que esas ideas me parecen absolutamente coincidentes con otras de Borges o de Proust no está escrito, como tantas otras veces he hecho, a lápiz y en el margen. Es ahora, en esta segunda lectura cuando me doy cuenta.
  Se cruza Rilke con Borges cuando escribe:
     "Es posible que no se sepa nada de todas las muchachitas que, sin embargo viven? ¿Es posible que se diga: "las mujeres", "los niños", "los muchachos" y no se sospeche (no se sospeche a pesar de toda su cultura) que esas palabras, desde hace mucho tiempo, no tienen plural, sino solamente singular?
                                (Traducción de Franciasco Ayala)


   El texto de Borges que me ha rescatado de la desmemoria es éste:


  "Me quedé pensando y le pregunté si verdaderamente se sentía hermano de todos. Por ejemplo, de todos los empresarios de pompas fúnebres, de todos los carteros, de todos buzos, de todos los que viven en la acera de los números pares, de todos los afónicos, etcétera. Me dijo que su libro se refería a la gran masa de los oprimidos y parias.-Tu masa de oprimidos y de parias -le contesté- no es más que una abstracción. Sólo los individuos existen"


  Algo más adelante leo en Rilke:


    "Tal como la encuentro en mi recuerdo infantilmente modificado no es un edificio; está toda ella rota y repartida en mí; aquí una pieza, allá una pieza y acá un extremo de pasillo que no reúne a estas dos piezas sino que está conservado en cuanto que fragmento. Así es cómo todo está desparramado en mí; las habitaciones, las escaleras que descendían con lentitud ceremoniosa; otras escaleras (...)


   Y ese fragmento está hermanado con la larga y admirada novela de Proust y, en concreto con el conocido fragmento de la magdalena:

"(...) por qué ese recuerdo me daba tanta dicha), la vieja casa gris con fachada a la calle, donde estaba su cuarto, vino como una decoración de teatro a ajustarse al pabelloncito del jardín que detrás de la fábrica principal se había construido para mis padres, y en donde estaba ese truncado lienzo de casa que yo únicamente recordaba hasta entonces; y con la casa vino el pueblo, (...)"
                                                                           (Traducción Pedro Salinas)

   Pero es que  había releído, unos párrafos previos a estos dos que señalo en Los apuntes... , estas palabras:
   "Pues los versos no son, como creen algunos, sentimientos (se tienen siempre demasiado pronto), son experiencias" 
  ¿Leyó Langbaum a Rilke cuando redactó su Poetry of Experience, que tanto ha dado de sí -al menos, como denominación-?


martes, 5 de febrero de 2013

Castigo

   Copiado del panel de la sala de profesores:
 "Los alumnos que confundan "haber" con "a ver" deberían ser juzgados por el tribunal de "La Haiga".



Alejandro Varela

domingo, 3 de febrero de 2013

Armonía Subjetiva

 Podría escribir folios sobre por qué me gusta tanto esta foto. Apuntaré sólo algunas cosillas en las que creo que puede residir ese nosequé, ese pellizco:
  Creo que la clave está en que hay un equilibrio convencional oportunamente roto, levemente alterado: el pequeño deterioro del fanal, la horizontalidad suavemente desviada por una perspectiva que no es frontal, la posible simetría de los elementos (todos son pares o divididos en dos) alterada mínimamente, las ventanas del primer término (dos) abiertas dejando ver un fondo limpio... hasta la luz -sobre todo la luz- que llega desde nuestra derecha muestra su cara y su cruz sobre las cosas: su casi mitad soleada, su casi mitad de sombra. Hay en ella, pues, un equilibrio que no es frío, una visión armónicamente cálida, humanizada, de la simetría urbana, porque está interpretada, porque está observada subjetivamente. Las personas no se ven, no hace falta, la persona está detrás de la cámara.
 A todo eso añadiré una razón más para que me guste especialmente: simplemente, la sacó este verano mi sobrina Cristina. Y yo estaba con ella. 

  
Cristina Gutiérrez Moreno