domingo, 26 de agosto de 2012

Zafarrancho de montaje

   Qué buena tarde la de ayer: ¡zafarrancho de montaje! Mi sobrino de 18 años, con el de 10 pertrechados de un único destornillador. Los dos primos montando en mi minipiso los altillos de una librería custodiados a ratos por hermanillos más pequeños que se apuntaron atraídos por la llamada de lo novedoso. ("Verás tú, en unos minutos los mayores se llamarán zoquetes el uno al otro y les gritarán a los pequeños que están estorbando..." )  Pues, no. Contra toda lógica, el zafarrancho salió a las mil maravillas; eso sí, me han dejado una balda del revés, pero sólo se nota si se abre la puerta de la vitrina ¡Y qué es eso después de haber vivido tan inverosímil escena de colaboración intergeneracional!.  Sólo me ha quedado una espinita : mi padre llamó dos veces preguntando si el taladro funcionaba y si la escalera era lo suficientemente alta... ¡Qué tonta! Le dije que sí las dos veces, que todo estaba controlado. Y colgué el teléfono. ¡Se me van las mejores!
Martín Tomasa (2009)

2 comentarios:

José Antonio del Pozo dijo...

qué maravilla q resultara tan fértil esa colaboración, Inma. Ahora esos libros están más agradecidos todavía.
saludos blogueros

Inmaculada Moreno dijo...

Sí, los libros están ahora sin amontonar por lo recovecos ¡y sobre una balda del revés! A lo mejor es hasta un toque personal en una librería de serie made in Ikea. jajaja
Saludos blogueros