jueves, 13 de diciembre de 2012

La rareza de la rareza

   El pasado lunes asistí a un acto poético admirable en muchos sentidos: en primer lugar, nos sorprendió a todos la extraordinaria afluencia de jóvenes estudiantes, y es que fue tal que obligó al organizador -el profesor de esa Facultad y poeta Eduardo del Pino- a reubicarlo todo, sobre la marcha, en un aula mucho más amplia. Esto ya es excelente y, por sí mismo, podría calificarse de suceso extraordinario que la poesía pueda tener tal convocatoria; pero es que, además, lo mejor de todo es que en él se dio una situación que yo había soñado para un futuro que consideraba aún lejano:  resulta que se nos convocó a cuatro poetas para hablar de la lectura de la poesía y (hasta ahí, nada llama la atención ¿verdad?) la rareza de la que me alegro consiste en que como poetas habíamos sido convocadas casualmente sólo mujeres. Se me ha secado la boca de repetir que no me alegraban las selecciones "femeninas", que lo que debíamos pretender las mujeres era estar en igualdad de condiciones en cualquier selección o antología de poetas sin distinción de sexo y sin cuotas. Por eso me parece un hecho feliz y auténticamente extraordinario (la rareza de la rareza) que no se mencionara en ningún momento esa casualidad; que fuésemos citadas por un organizador varón, no como resultado de una discriminación positiva, ni como señuelo de lo políticamente correcto, sino como poetas -¡Eureka! ¡Por fin normalidad absoluta!
  Y, sí, es una pequeña contradicción que yo ahora me asombre y lo constate, pero hacerlo a posteriori no cuenta.


4 comentarios:

Fernando dijo...

Me alegro mucho de que no se os convocara por ser mujeres sino por ser buenas escritoras, Inmaculada: en esta materia se han cometido muchos excesos, propios del país paleto y acomplejado que somos.

Inmaculada Moreno dijo...

Gracias, Fernando. Estoy de acuerdo contigo.

Unknown dijo...

Entre mis últimas lecturas están Raquel Lanseros, Wisława Szymborska, Nichita Stanescu o Mascha Kaléko - Inma Moreno (¿Te suenan?) de forma casi consecutiva. No había reparado en ello hasta que leí tu artículo. Ojo a voces más jóvenes como Vanesa Pérez-Sauquillo, finalista del Adonáis 2011, o Bárbara Butragueño.
Me hubiera gustado estar allí pero es que esto está muy lejos.

Inmaculada Moreno dijo...

Di que sí, y cuando vienes por estos andurriales tienes cosas mejor que hacer ;-).
Pero lee a algún varón, hombre, que también escriben cosas buenas.